15 iulie 2007

Al hablar de ti

Al hablar de ti, honestamente, te confundo con otras personas. Te mezclo en la melancolía y te noto más, sólo un poco más triste que yo. Caminando muy valiente, con grandes miedos en las rodillas, te sofoco, te recuerdo, sólo un poco más de lo que tú a mí. Si yo suspirara palabras y no simples burdos suspiros, diría mucho sobre ti. Y es que en fin te repito, te confundo; tal vez sea un método para no aterrarme no enterrarme en la nostalgia especifica, que es la más dura, la más vil.Al hablar de ti francamente me distraigo mucho, busco la forma de no quedarme solamente pensando en lo que somos, y es que no somos, no hace falta añadir la palabra nada, simplemente no somos y punto. No somos.Y cuando eras lo que se te antojaba, analízate ahora ¿quién te podría resucitar? si sigues desgarrándote y yo impotente hasta la indiferencia. Y si te grito con la lengua atrancada y tu magnifica poesía ya moribunda y tu fría soledad y la mía le hacen eco a mi voz tímida e insolente solo por pronunciarte con los dientes, no contestas porque te la has pasado huyendo y cuando te busco estás en plena fuga esfumándote una caravana drogata poco simbólica y un peligroso juego de palabras dobles.La otra vez pensaba escribirte una carta e ir, correr hasta lo que parece ser tu casa, ponerla debajo de puerta rota y retirarme tal vez reflexionando en el camino. Sabes, creo que nunca hago lo que quiero; me quedo con las metas exequibles, las que ni siquiera me trace, todo se cumple siguiendo un reglamento como ciudadano. Entre tanto cansancio sobre lo real esa vez que te escribí una carta supe quien eras y que no necesitaba nada de ti y realmente tampoco tú has necesitado nada mío. Quise entrarle al juego temible de las especificaciones y los detalles y descubrirte de manera traviesa sin prejuzgarnos y con talento para no ofender. Te has dado cuenta que me he hartado de casi todo y estoy tontamente fatigado.Por tanto que no te he dicho, si alguna vez ves que estoy peor de lo que puedo estar y sin libertad y sin esperanza no vengas a buscarme más, yo varias veces me quede esperándote y alguna vez te dije que te vayas porque tenia asuntos menos importantes que atender que tú. No te asustes que solo he sido recíproco, y si tú ganas esas agónicas batallas cuando me mires perdido si me rindo sabrás que la fuerza no proviene del alma, no proviene ni de la razón y no te diré porque me deje envenenar, solo que sospecho que vendrán más nuevos dolores que solo desertar.
Es posible que tu felicidad sea más fácil que comprenderme. Es más probable no verte en mi entierro si yo desaparezco primero, que verme llorándote. Creyendo que volverás; y cuando soy este ser viviente desnutrido de emociones provocarme el llanto.
Yo no te soy sincero si te digo que te deseo lo mejor, la verdad me siento tan inexistente que no siento ni siquiera tu verdad.
Al hablar de ti, si supieras que es la primera vez que lo intento en serio y no pude, aunque al final no te confundí.

Niciun comentariu: